Es una cirugía que se realiza en pacientes con hiperplasia prostática benigna, con próstatas con un tamaño grande (>20cc de volumen). A diferencia de la cirugía RTU-P convencional, esta utiliza un tipo de energía diferente que ayuda a mejorar la coagulación y evitar el sangrado.

Se realiza por medio de un aparato que tiene una cámara llamado resectoscopio, el cual se introduce a través del pene hasta llegar a la próstata. Tiene una duración de una hora y se realiza bajo anestesia tipo bloqueo epidural, el paciente se mantiene internado durante 1-2 días. Al terminar la cirugía se coloca una sonda foley en el pene, por medio de la cual se realiza un lavado continuo para evitar la formación de coágulos.

Riesgos y complicaciones de la cirugía

• Sangrado: es un riesgo frecuente, en raras ocasiones hay necesidad de transfusión sanguínea. El sangrado se identifica por medio del drenaje de la sonda y en ocasiones hay necesidad de realizar irrigaciones a la sonda para aclarar la orina.
• Infección: es frecuente ya que aunque se usa una técnica estéril, es una cirugía limpia-contaminada por que se tiene contacto con orina.
• Riesgos y complicaciones asociadas con la anestesia: alteraciones en el ritmo cardiaco, problemas respiratorios, reacciones alérgicas a los medicamentos intravenosos, etc.